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UNA ACTIVIDAD ORGANIZADA POR LA REVISTA Ñ

Charla íntima de Dolina con su público
En la playa, contó que no es noctámbulo, que no fuma y que no tiene "ningún vicio".

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Ni las olas, ni el viento, ni el frío del mar lograron separar a Alejandro Dolina de su público: ayer, a las 6 de la tarde, Dolina tuvo un diálogo con ellos en el parador de Revista Ñ en Mar del Plata. Y la charla fue creando un clima de cercanía e intimidad.

La actividad es parte del ciclo organizado en la playa por la revista cultural de Clarín. El escritor y conductor de radio presentaba el "coleccionable" gratuito con sus cuentos que empezó a publicarse el sábado 5 de enero en Ñ y que seguirá hasta marzo. La cita fue en el parador El Balcón, en las playas del Faro, Parada 9, sobre la ruta 11, en la rotonda El Faro. Y allí Dolina habló de todo un poco con Alberto González Toro, periodista Ñ.

Dolina contó que está empezando a escribir una novela. ¿De qué se trata? No quiso decir palabra porque, dijo, "una novela es difícil de escribir y yo soy vagoneta, me va a llevar mucho tiempo".

No le ha ido mal con libros anteriores. Además del famoso Crónicas del ángel gris, que ha vendido más de 400.000 ejemplares desde su aparición en 1987, escribió El libro del fantasma y Lo que me costó el amor de Laura. En 2005 salió Bar del Infierno, que fue el libro de ficción más vendido de ese año. Ayer, en la intimidad de esa reunión en la playa, Dolina admitió que Bar del infierno es su libro más pesimista. "Es un bar del que no se puede salir", dijo.

González Toro le preguntó por sus autores favoritos. Dolina no tuvo que pensarlo:

-Borges. Es el más grande.

-Me quedé con las ganas, nómbrenos algunos más -insistió el periodista.

Dolina mencionó entonces a Adolfo Bioy Casares: "lamentablemente, Borges lo oscureció, fue una bellísima persona". Y, con él, habló de Julio Cortázar y de Leopoldo Marechal, "también una bellísima persona".

Brevemente se habló de la utopía: "Siempre termina en la intolerancia", dijo el autor.

Y finalmente: "No soy noctámbulo, no fumo, no tengo ningún vicio", dijo Dolina, enfrentando lo que podían imaginar los oyentes de su programa, que es nocturno. Y aclaró: "No soy un tanguero, aunque me gusta el tango". Desde el miércoles, ese programa se emitirá desde el Teatro Auditorium, de Mar del Plata.